Carlos Sainz mandó este sábado por la tarde uno de esos mensajes que tanto le gustan a su padre. El temporal que cayó sobre Hungaroring poco antes de la cronometrada convirtió la jornada en un día de perros para los pilotos y de carnaval para la hinchada, que se lo pasó bomba viendo cómo sus ídolos conducían por el alambre sobre un asfalto empapado y resbaladizo como el cristal mojado. En esas condiciones tan poco propicias para jugarse el bigote emergieron Lewis Hamilton y Sainz; el primero para adjudicarse su quinta ‘pole position’ de la temporada y la 77ª de su palmarés y el segundo para ganarse el derecho a salir desde la quinta plaza de la parrilla (15:10 horas, Movistar Fórmula 1). Esta posición permite al español igualar su mejor resultado de un sábado desde que compite en el Mundial (el Gran Premio de España de 2015), además de reivindicar su posición en Renault.
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