El Sevilla de Pablo Machín abrió la temporada con una buena victoria ante el Ujpest, un clásico del fútbol húngaro que se convirtió en el rival del conjunto andaluz en la primera de las tres previas que debe disputar para alcanzar la fase de grupos de la Liga Europa. Cerca de 30.000 sevillistas se pasaron por el Ramón Sánchez Pizjuán para contemplar la puesta de largo de Machín, que alineó a un equipo donde solo el portero Vaclik fue un fichaje de la nueva temporada. Un equipo formado por los futbolistas del pasado ejercicio, aunque con algunas transformaciones en el estilo. Machín está dispuesto a barrer el juego de toque que se adueñó del Sevilla en los dos últimos cursos para elaborar un fútbol más directo, asentado en una defensa con tres centrales y con predilección del pase en largo. Gotas que se destilaron en este nuevo Sevilla, donde, sin embargo, marcó la diferencia un clásico como Jesús Navas.
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