samedi 1 juillet 2017

Retrato de Alberto Zerain, un ejemplo de compromiso y dedicación

Aquel punto indefinido que avanzaba ladera abajo a gran velocidad solo podía ser un fragmento de roca desprendido desde el campo 2, o una mochila extraviada en un descuido. La masa desconocida se aproximaba al campo 1 de la vertiente norte del Everest en línea recta, a saltitos, creciendo con celeridad ante nuestros ojos incrédulos. Nunca hubiéramos pensado que, en realidad, se trataba de una persona, ni siquiera de un alpinista con prisas. Pero Alberto Zerain no tenía prisa alguna: bajaba así porque podía y cuando pasó entre las tiendas camino del campo base parecía un paseante, con las manoplas colgando de sus muñecas como si llevase los brazos en jarras. El Zeras, como se le conocía en Vitoria, había salido a dar un paseo de unos 1.300 metros de desnivel para no sucumbir al tedio del campo base.

Seguir leyendo.



source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2tAUnQh

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire