En esta ocasión los All Blacks no vencieron a su circunstancia. La temprana tarjeta roja a Sonny Bill Williams acabó tornándose una losa excesiva para un equipo que se defendió con mucho mérito con 14 pero que acabó pagando la factura en el tramo final. Remontaron los British & Irish Lions tras amagar con erigirse en los arquitectos de su propia derrota e igualan las series gracias a un brillante tramo final y a la bota de Owen Farrell. Es la primera derrota de Nueva Zelanda en casa desde 2009.
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