De un plumazo, Rafael Nadal reventó el récord histórico que le consagra como rey absoluta de la tierra batida. El mallorquín batió en la final del Masters 1.000 de Montecarlo al catalán Albert Ramos (6-1 y 6-3, en 1h 15m) y se desmarcó definitivamente del argentino Guillermo Vilas, con quien estaba emparejado a títulos sobre esta superficie desde hace un año. Ahora, el balear ya camina solo, sin sombra alguna en su territorio fetiche. Engloba 50 títulos en arcilla y de paso rompió otra barrera, la de ser el único jugador de la Era Abierta (desde 1968) que gana 10 trofeos de un mismo torneo. Además, quebró su dinámica negativa en las finales que ha disputado esta temporada y elevó su primer título del año.
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