Terminaba el partido del Barcelona en el Camp Nou mientras el Madrid calentaba en Riazor. Salieron los blancos al césped con la presión añadida de no poder fallar después de la goleada de los azulgrana. Y respondieron con seis goles al Deportivo y uno de los partidos más bonitos de la temporada. Con el equipo B (hasta nueve cambios hizo Zidane con respecto al domingo), con hambre, con un ritmo vertiginoso, con toque, velocidad, calidad, con ayudas defensivas, trabajo de equipo y buen fútbol.
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