Con la garganta madridista anudada, a última hora apareció Marcelo, un optimista de campeonato, y la hinchada de La Castellana brindó por todo lo alto. El juego del Madrid no le dio muchos motivos, pero la Liga a la vista requiere sumar y sumar. Más que nunca, el cómo ya no es prioritario. El Valencia, con buen trazo toda la tarde, tuvo en vilo a los blancos durante 85 minutos. Al Madrid se lo llevaban los demonios, hasta que Marcelo salvó una vida para los suyos, que ya se veían acongojados tras un partido en el que a todos les pudo la aflicción.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2oJB0T3
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire