Sergi Roberto fue el protagonista del clásico porque con su demoledora arrancada con el balón entre los pies, en el minuto 92, desmontó al Madrid en el Bernabéu. Messi fue el héroe porque completó la jugada con un remate atinado, a la red. Y el otro lateral, el que se saltó esa norma de que si asciende el carrilero opuesto hay que quedarse atrás para mantener una defensa de tres, el que también corrió 90 metros al sprint, el que puso el centro raso para Messi, fue Jordi Alba. No ha sido una temporada sencilla para él. Primero le llegó competencia después de años con el puesto asegurado, toda vez que Adriano contaba más para el área deportiva que para los entrenadores. Así, Digne aterrizó del PSG (o del Roma, donde estaba cedido) y acumuló minutos hasta el ecuador del curso, acorde al plan de dosificación de Luis Enrique. Después, una lesión en el bíceps femoral le hizo perderse a Alba un mes de competición. Se enredó un poco más el asunto cuando Luis Enrique cambió al 3-4-3 con tres centrales de cierre; y se remató con un enfrentamiento del jugador con parte del cuerpo técnico y unas declaraciones reprobatorias cuando estaba en la selección. Pero, a pesar de los contratiempos y de haberse desbravado durante parte del curso, Alba ha recobrado el color y bien que lo nota el Barcelona, necesitado de puntos y hasta de un socio para Messi.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2qobcbv
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire