Por Riazor pasó la marabunta vestida de blanco. Un convoy de madridistas liderado por Isco dejó un rastro arrollador, museístico. Tres goles, un tanto mal anulado, dos remates al poste y cuatro oportunidades, unas clarísimas y otras más claras todavía. Por el camino, una fraternidad de equipo. Salvo Nacho y Marcelo, ninguno partió contra el Barça el pasado domingo. Son los camaradas del segundo pelotón y no es la primera vez, ni mucho menos, que se alían para dar un recital. En Galicia, como en otros escenarios, el supuesto Madrid B se exhibió como no ha hecho en todo el curso el decretado Madrid A. Cuesta creer que con jugadores como los que desfilaron por A Coruña alguien se empeñe en arriesgar más de la cuenta con Bale.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2pjwlUQ
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire