No ha habido más que un derbi madrileño en el que coincidieron como jugadores Diego Pablo Siemone y Zidedine Zidane, un partido recordado por el gol de Ronaldo a los 16 segundos de partido tras dejar sentado al actual entrenador rojiblanco con un caño apoteósico. La crónica de aquel partido decía que Simeone había sido “el gran perjudicado del partido. Fracasó en su recién adquirida condición de central. Había sospechas de sus carencias, pero frente a Ronaldo se derrumbó con estrépito”. El fenómeno brasileño anotó el gol definiendo con la facilidad que le caracterizaba ante el Mono Burgos, el segundo al mando de Simeone, que después del partido relató admirado cómo el fenómeno brasileño había decantado el derbi antes de que se cumpliera el primer minuto de juego.
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