La fotografía de la estirada del portero del Oviedo, en blanco y negro como corresponde a la década de los cuarenta, sigue colgada en la habitación familiar donde dormía Viran Morros. Fernando Argila, el abuelo futbolista le transmitió los genes defensivos al jugador de balonmano, que afronta este sábado la Final Four de Colonia, el máximo reto en la impecable temporada del Barcelona, enfrentándose en la semifinal al Kielce de Polonia (15.15, Tdp y Esport3).
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