A Marc Márquez le han dado un trueno. Pero se conformaría con una moto más manejable, una máquina que no se moviera tanto, que le permitiera atacar las curvas –allí donde salen los tiempos y se ganan las carreras– con mayor comodidad. Mientras esa máquina llega –algo que quizá no ocurra esta temporada– intenta que los ingenieros en la fábrica de Honda en Japón, los mecánicos de su equipo en las carreras y él mismo puedan minimizar los efectos de un motor demasiado agresivo. Lo harán con otro chasis distinto del que comenzó el año, tirando de la electrónica y de la capacidad del piloto de adaptarse a la moto con su pilotaje.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1clM4u1
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire