Miguel Oliveira se impuso en el gran premio de Italia. Y negó la fiesta de los tifosi, que esperaban repetir, como en Le Mans, con un triunfo de Fenati en casa. Para eso lucía los colores de la bandera italiana en Mugello. Pero tuvo que conformarse con subir al podio, que no fue una mala recompensa al fin de semana. Allí, en el segundo escalón del podio, también estaba Kent, que nunca falla. El líder del Mundial sufrió esta vez para imponer su ritmo, pero fue inteligente, y sólo asomó la cabeza en los últimos giros. Llegó a rodar 12º, y de la séptima plaza a falta de tres vueltas pasó a la segunda con una gran maniobra. Pero tuvo que reponerse más tarde, pues ahí, a la sombra de Oliveira, se colocó Fenati en el penúltimo paso por meta. Llegó incluso a tomarle la delantera a aquel en San Donato, pero recuperó la posición el portugués. Y los favoritos no tuvieron más remedio que felicitarle por su primera victoria mundialista.
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