Ricky Rubio eligió uno de los mejores días, tras asistir al nacimiento de su primer hijo, y uno de los mejores escenarios, el Madison Square Garden de Nueva York para exhibir su talento y dirigir el contundente triunfo de Phoenix Suns ante los Knicks (98-121). Una asistencia desde su propia cancha para que DeAndre Ayton efectuara un ‘alley-oop’ cerró su gran partido. Rozó el triple doble con 25 puntos, 13 asistencias, 8 rebotes y 4 robos de balón.
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