Simone Moro empieza a descontar las vidas gastadas en la montaña. En 1996, rapelando la supercanaleta al Fitz Roy, el único pitón de roca del que colgaba, aterrizó en una repisa de nieve, ileso, ante la mirada aterrorizada de su compañero, quien se había descolgado primero. En 2011, tras firmar la primera ascensión invernal del Gasherbrum II, un alud le sepultó junto a sus compañeros Cory Richards y Denis Urubko durante el descenso. Aún no saben cómo sobrevivieron.
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