Las máquinas aprendían de los humanos. Así ocurrió en el ajedrez desde que, a mediados del siglo XX, los padres de la informática Alan Turing y Claude Shannon lo eligieron como campo de experimentación de la inteligencia artificial, hasta que, en 1997, Deep Blue (IBM) derrotó a Gari Kaspárov. Ahora es al revés: el estilo del actual campeón, Magnus Carlsen, es mucho más atractivo para los aficionados desde hace un año por la influencia del programa AlphaZero (Google). El noruego acaba de lograr una marca histórica: 115 partidas invicto (sin contar las modalidades rápidas).
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