Poco dado a la batalla dialéctica y consciente como es de que los ánimo en su rival estaban fuera de control, Zinedine Zidane trató de esquivar el enfrentamiento hasta que no tuvo más remedio que desplegar esa diplomacia tan suya que, en realidad, siempre esconde ideas muy claras. “La jugada del primer gol suyo la vi, es un bloqueo y hay falta. El árbitro lo ve en el monitor y pita falta”, describió con tranquilidad el técnico del Madrid. “En la segunda para él no hay mano, aunque hay mano, porque también la vi [el balón golpea en Munir cuando esta en el suelo]. Por eso no entro nunca a valorar todas estas cosas. Sobre lo que pasa en el campo son los árbitros los que están ahí y quienes deciden. A veces a favor tuyo y otras en contra”, amplió el francés.
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