Si la fe mueve montañas, el Chimy Ávila podría desplazar una cordillera cuando le llega un balón en campo contrario. Por el argentino pasan los ataques de un Osasuna va hacia arriba sin miedo y que provocó que Sergio, técnico blanquivioleta, volviera a cerrar con una defensa de cinco, sistema que afianzó al Valladolid en el tramo final de la temporada pasada. La igualdad inicial se basó en la mayor presencia rojilla ante un Pucela bien plantado pero que caía en fuera de juego cuando rondaba a Herrera. El meta de Osasuna tardó media hora en intervenir para rechazar un disparo cruzado de Guardiola. Poco antes, el cancerbero visitante tapó una buena llegada del equipo de Arrasate.
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