mercredi 6 mars 2019

Al Girona le vale con un penalti para batir al Barcelona

Sobrecargado como anda el Barcelona, de pie en las tres competiciones, no atendió a la Supercopa de Catalunya como una competición sino como un amistoso para probar a jugadores del filial y para poner a tono a los suplentes perennes del primer equipo como Murillo, Malcom y Boateng, también a un Todibo, que se vestía por primera vez de azulgrana y que como mediocentro demostró que no le falta clase –se marcó con acierto una ruleta a lo Zidane, una croqueta a lo Laudrup y hasta un caño-, por más que evidenciara que el pase de primeras no es lo suyo, futbolista que recuerda a Yaya Touré por su físico, calidad y zancada, pero que tiene rasgos mucho más defensivos, enredado un poco en la composición de fútbol. El Girona sí que trajo al primer equipo y, aunque Eusebio oxigenó las piernas de unos cuantos infalibles de su alineación, formó un once reconocible. Pero les faltaba de inicio la dinamita arriba (Stuani y Portu) y fue una penalidad que sufrió sobre todo Aleix García, que actuó de enlace y que puso pases al hueco para las carreras de Lozano y Roberts, también de un Doumbia que corría más que regateaba, que chocaba más que levantaba la cabeza. Hasta que entró Stuani, pateó un penalti y resolvió la Supercopa catalana.

Seguir leyendo.



source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2CbEGS5

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire