Hace dos décadas, los veranos del atletismo eran un sobresalto constante del medio fondo e Hicham El Guerruj era el rey, una roca, una máquina de batir récords mundiales, contra la que chocaban todos. Entre 1997 y 1999, el marroquí batió cinco récords mundiales que bien entrado el siglo XXI aún perduraban: los dos de 1.500m (al aire libre y en pista cubierta), los dos de la milla y el de 2.000. Solo 22 años más tarde, el botín de El Guerruj ha empezado a adelgazar, lo que muchos aficionados pensaban hasta hace nada que no iban a contemplar en su vida.
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