El próximo 1 de febrero se cumplirán 10 años de la victoria de Rafael en el Open de Australia de 2009, un día tan feliz como complicado para mi sobrino. La semifinal contra Fernando Verdasco, un día y medio antes de esa final, tuvo una duración de 5 horas y 14 minutos, y una intensidad y emoción difíciles de superar. Rafael quedó completamente extenuado y, a pesar de seguir todos los protocolos para lograr su recuperación física, cuando salimos a la pista para entrenar ligeramente unas horas antes del enfrentamiento, se confirmaron nuestros peores presagios.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://bit.ly/2RUDeO4
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire