Recién aterrizado en España tras el Mundial y esperando a desconectar tras unos meses intensos, el seleccionador, Jordi Ribera (Sarriá de Ter, Girona, 1963), hace balance de un torneo complicado que empezó mirando a las medallas, después del título europeo de hace un año, y terminó agarrando el séptimo puesto, el último que daba acceso al Preolímpico.
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