lundi 1 octobre 2018

“¡Ya era hora, Bala!”

A Javier Mínguez le llama Eddy Merckx: “Oye, que dile a Alejandro Valverde que enhorabuena, que me ha parecido extraordinaria su victoria”. Y el seleccionador nacional se lo dice después al campeón del mundo, que está empezando a comerse una hamburguesa con todos sus compañeros, el plato que todos han elegido para su cena de celebración: “Oye, que me llama mi amigo Eddy y me dice que se ha alegrado mucho de que ganaras tú”. El reconocimiento del Caníbal, el ciclista más grande de la historia, le llena a Valverde, es el símbolo del reconocimiento que le rinde todo el mundo del ciclismo a un ciclista ya viejo, de 38 años, que ha ganado al Mundial en su 12º intento justo dos semanas después de terminar una Vuelta en la que ha luchado por la victoria hasta la penúltima etapa.

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