Decía este lunes la radio británica que Rafael Nadal disputa cada punto de los entrenamientos como si fueran una bola de partido para ganar Wimbledon. Tal vez pueda parecer una exageración, pero los ingleses no abusan en el elogio. El número dos impresiona desde la dedicación y el talento, que lo tiene y mucho, de modo que cuando este lunes irrumpió en la pista 1 del All England Tennis Club el gentío se puso en pie y aplaudió a rabiar. Londres tenía ganas de Nadal y este tenía muchas ganas de agradar en su regreso, así que el desenlace fue perfecto para todos, o más bien para casi todos, porque John Millman recibió un buen rapapolvo y se marchó a casa: 6-1, 6-3 y 6-2, en 1h 45m.
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