Mariano aterrizó en el vestuario del primer equipo del Real Madrid procedente del Castilla con el reto de ganarse a Zinedine Zidane y hacerse un hueco en la plantilla. La pujanza que mostró en la pretemporada, con un par de goles como carta de presentación, le hicieron salirse con la suya. El pasado verano el Madrid echó para atrás la cesión que tenía planificada para él y el delantero se quedó con un dorsal. Las pocas oportunidades iniciales no le hicieron desistir en su idea de pelear de tú a tú con Benzema y Morata por un sitio en el equipo. Mariano, al que nunca convenció del todo una cesión, estaba decidido a aguantar hasta final de temporada, cuando se sentaría con el club para tratar su continuidad o buscar una venta. Pero una oferta de la Premier al límite de la recién cerrada ventana de fichajes de invierno cambió sus planes.
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