En un gran escenario como Mestalla, en un choque de máxima rivalidad, el Villarreal con su plan B, bailó a un Valencia sin alma para certificar, a lo grande y a falta de dos jornadas, que disputará la previa de la próxima Liga de Campeones al asegurar la cuarta plaza con esfuerzo y todos los honores, mientras sueña con alcanzar la final de la Liga Europa y lograr un título que merece. Con el equipo renovado, fue infinitamente superior el Villarreal a un Valencia que expuso ante el conjunto de Marcelino todos los males del curso, con Nuno y con Neville, y que Ayestarán tampoco ha sabido resolver y sacar rendimiento a una plantilla sobrevalorada.
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