Ganar tres partidos a vida o muerte frente a un rival con tanto talento y tan duro como Oklahoma ha reforzado la autoestima de Golden State, que defenderá la corona de la NBA ante Cleveland en una repetición de la final de hace un año. La tortuosa serie que ha tenido que superar el campeón ha supuesto una inyección de moral suplementaria para Stephen Curry y sus compañeros. La necesitarán frente a los Cavaliers de LeBron James, que han sobrevolado los playoffs a velocidad supersónica, barriendo con sendos 4-0 a Detroit y Atlanta, solo importunados por sus dos derrotas en Toronto, ante la mejor versión de los Raptors en sus 21 años de existencia.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1UsmiGf
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire