Este viernes pasado me topé con el padre de Roger Federer, hombre muy afable y con sentido del humor, momentos antes de que empezara el partido de la tercera ronda de su hijo, y entrando los dos en la Suzanne Lenglen. Cuando vio que íbamos al mismo sitio, me cogió del hombro y me espetó lo siguiente: “¡Espero que nosotros no estemos en el partido equivocado!”.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://bit.ly/312MfFl
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire