La medalla de oro de Río 2016 de Ruth Beitia tiene desde ayer una hermana pequeña, la de bronce de los Juegos de Londres 2012 que llega con más de seis años de retraso. Beitia saltó en la final 2m, y se quedó a tres centímetros de una medalla que se colgó al cuello en el podio la rusa Svetlana Shkolina (2,03m), la misma atleta que acaba de ser sancionada por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) con cuatro años de suspensión por dopaje y la descalificación de sus resultados entre julio de 2012 y julio de 2015.
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