Juego de pícaros. Estamos perdiendo la pausa, el amague y, últimamente, también la picardía que en ningún ámbito tuvo más prestigio que en el fútbol. Hablo de sacar una falta rápido para sorprender a un equipo dormido o de aprovechar cualquier situación de debilidad para obtener ventaja psicológica… Los partidos de Champions de esta semana fueron tan intensos y formales que hay que dar por desaparecidas estas argucias callejeras que antes se llevaban al estadio. “No voy a mentir”, dijo Sergio Ramos antes de declararse voluntariamente culpable de provocar una tarjeta. “Será un partido aburrido para ver por televisión”, declaró Griezmann antes del Atlético-Juve. “Me gustaría que Mourinho y Guardiola volviesen a la Liga con sus polémicas”, dijo Tebas en alguna parte. Que el juego haya perdido viveza se puede entender. Pero muchachos, al menos sean vivos delante de un micrófono, porque si no van a terminar echándonos a todos.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2Nks27A
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire