El pelotón embozado contra el frío erró en sus cálculos y la víspera de Montjuïc, donde probablemente la Volta coronará como ganador por tercera vez a Alejandro Valverde, dos fugados sin esperanzas se disputaron la victoria en Torrefarrera, fría y azotada por el viento. Eran un alemán, el joven Maximilian Schachmann, del todopoderoso Quick Step, y Diego Rubio, un abulense de Navaluenga, el pueblo de Paquito Mancebo, donde lo chavales quieren ser ciclistas como su mito, Ángel Arroyo.
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