dimanche 25 mars 2018

De Angelis, un pianista a 300 km/h

“Elio de Angelis no pudo evitar ser guapo y rico”, dijo una voz en off de TVE el día en que Elio de Angelis murió a los 28 años en el circuito Paul Ricard de Marsella, el 14 de mayo de 1986. Había tal fatalismo en la frase que por un instante podía pensarse que a De Angelis le habían consumido la belleza y el dinero. Lo cierto es que lo había matado un cóctel explosivo que mezcló la pasión por la velocidad y un catastrófico dispositivo de seguridad en el Paul Ricard. Aquel día de entrenamientos privados, Nigel Mansell, Alain Prost y Alain Jones corrieron hasta el bólido estrellado de su compañero para tratar de girarlo y apagar ellos mismos el fuego a la espera de que llegasen los servicios de seguridad, que tardaron ocho minutos; para completar el cuadro cuenta el periodista Javier Rubio que entremedias llegó un comisario que vació el extintor en dirección al piloto en lugar de a las llamas.

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