Cuando parecía que al Barcelona se le escapaba un invicto de 36 partidos sin conocer la derrota en la Liga, apareció Messi para salvar al equipo y para dejar a tiro la marca de la Real Sociedad, cuando estuvo 38 encuentros sin perder entre 1978 y 1980. El 10 firmó el 2-2 definitivo, sumó su gol número 26 en la Liga, el 30 contra el Sevilla y continúa con su lucha por la Bota de Oro con Lewandowski (26) e Immobile (26), los tres andan tras los pasos de Salah (29).
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