Cuando apenas alzaba medio metro, correteaba tras el balón en el campo anexo a La Masia, donde se entrenaba su padre Patrick y el primer equipo del Barça. Allí jugaba con su hermano Quincy, con algún que otro futbolista que se animaba a darle carrete y también con José Mourinho, por entonces ayudante de Bobby Robson. Pasado el tiempo, se reencontraron tras disputar la final de la Liga Europa del curso anterior, por más que el futbolista no pudiera participar en la derrota de su equipo. Mourinho como técnico del United; Justin Kluivert (Ámsterdam, Holanda; 18 años) como extremo del Ajax. “Me dijo que era bonito vernos de nuevo”, reveló el jugador; “y que le gustaba que estuviera haciendo las cosas bien”. Tanto que ya es titular en el Ajax y el lunes debutó con la selección absoluta holandesa. Tanto que se lo rifa media Europa —entre ellos el Manchester— porque el precio sugerido de 50 millones no parece desorbitado para la burbuja económica que repunta en el fútbol.
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