Justin Gatlin vuelve a tener problemas con las autoridades del antidopaje y todos dicen que no les extraña, como si fuera inevitable que ocurriera así, un atleta nacido para doparse y ganar. El velocista que evitó que Usain Bolt terminara su carrera como campeón del mundo en agosto en Londres había estado suspendido cuatro años por dopaje poco después de proclamarse campeón olímpico en Atenas 2004. Y antes también había dado positivo. El campeón del mundo de los 100m es un hijo del sistema, claro.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2z0jf1O
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire