Los 226 centímetros de altura de Yao Ming han sido sucesivamente experimento antropológico, icono de la globalización y puente entre dos mundos. Desde hoy también son la medida de los nuevos cimientos del baloncesto chino. Horas después de que los Lakers nombraran a Magic Johnson director de operaciones de su franquicia, otro icono de la canasta emerge en los despachos en una dinámica que se extiende imparable por todos los continentes. El exjugador de la República Popular, que alcanzó fama mundial como pívot de los Houston Rockets entre 2002 y 2011, fue nombrado este jueves presidente de la federación china, convirtiéndose a sus 36 años en la primera persona que ocupa este cargo sin formar parte del Gobierno.
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