Sergio Ramos irrumpió este sábado en la sala de prensa del estadio de Yokohama con la alegría contagiosa de un niño. Estaba radiante. Después de algunos días trabajando al margen del grupo, pudo unirse al resto de sus compañeros y completar el entrenamiento. Lo que significa que este domingo jugará contra el Kashima (11.30 hora española, TVE) recuperará el brazalete, la titularidad y centro de la zaga. El Madrid juega su tercera final en lo que va de año. En las dos anteriores, Champions y Supercopa, marcó Ramos. En Milán, contra el Atlético, abrió el marcador. En Trondheim, Noruega, contra el Sevilla, marcó el gol del empate a dos que forzó la prórroga. También forzó la prórroga en Lisboa donde marcó el gol de la Décima en 2014 y seis meses después el tanto que abrió el marcador en la victoria por 2-0 del Madrid de Ancelotti contra el San Lorenzo en el Mundialito.
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