Equipo que de inicio se definió por su fiabilidad defensiva, puesto que no encajó gol alguno en los ocho primeros partidos de la pasada Liga, el Barça parece ahora más enclenque en esta faceta. En los tres partidos de pretemporada ha encajado seis goles (dos por duelo; mientras que en la Liga su media fue de 0,55). Pero la sangría, sobre todo, llega a balón parado: los LA Galaxy resolvieron un córner con un cabezazo; Rooney imitó la suerte del remate con el Manchester United; y Cahill, del Chelsea, culminó el error de Masip y el saque de falta lateral y retrasado.
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