La hinchada americana disfrutó con un partido digno de Champions emigrado a San Francisco. El Manchester y el Barcelona entretuvieron lo justo, más pendientes de calibrar sus motores. Los ingleses vencieron 3-1 al cuadro de Luis Enrique, que controló el partido, pero chocó contra su falta de ritmo y los postes.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1JFNpFW
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire