No fue tan mal partido como para llegar a la tanda de penaltis, pero con el baile de cambios y probaturas el resultado acabó siendo el merecido. Ganó el Madrid tras 22 lanzamientos (10-9) y se adjudicó la Internacional Champions Cup, un trofeo con más ruido que nueces. Se vio a dos equipos en fase avanzada de composición pero con los costurones típicos de estas fechas. Más suelto el Madrid con Isco, James y Kroos sobre el campo, y con Bale y Benzema incapaces de mezclarse como el agua y el aceite. El galés continúa sin saber qué hacer en su posición como mediapunta, lo que repercute muy negativamente en sus compañeros de ataque.
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