La natación sincronizada española se escora peligrosamente hacia la irrelevancia. Las rutinas técnicas de equipos y de dúos, la principal vía hacia el podio olímpico de Río, siguiron fluctiando lejos de los casilleros que aseguran medalla en las clasificaciones de los jueces. Ona Carbonell y Clara Camacho quedaron en quinta posición en la final del dúo celebrada esta tarde en la piscina de Kazán. Con 90.015 puntos, no les alcanzó para amenazar a Ucrania (91.677) y Japón (92.000), las potencias emergentes en esta disciplina.
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