Caeleb Dressel se propuso batir cuatro récords mundiales en Gwangju. El estadounidense señaló el Mundial de natación que se celebra en Corea del Sur, a un año de los Juegos de Tokio, para apuntar a las pruebas de 100 y 50 metros libre, y de 100 y 50 metros mariposa, el póquer de la velocidad. Nadie en la historia de la natación ha logrado un objetivo tan estratosférico. Dressel ya sabe que en Corea del Sur no entrará en la estratosfera. Pero puede estar seguro de haber alcanzado los niveles más enrarecidos de la atmósfera. Su oro en 100 libre, este jueves, le convierte en el primer nadador que baja de 47 segundos sin ayudarse de uno de los bañadores impermeables, prohibidos en 2010.
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