En Embrun, junto al lago, en la salida, se habla en francés. Se habla de los falsos hermanos siameses —Pinot y Alaphilippe— cuyos ataques, defensas y hazañas varias han hecho del Tour del 19 el ya catalogado como el Tour más hermosos de las últimas décadas, y nadie se atreve a ir más lejos: no hay ya ciclistas viejos que los recuerden. Y también se habla del mítico concepto del ciclismo a dos velocidades, acuñado tras el escándalo Festina. Mientras hubiera tanto dopaje como el que manejaban Armstrong y sus rivales anuales, ningún francés podría aspirar a nada: su velocidad era inferior porque su ciclismo era limpio.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2LJvBpR
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire