Ha vuelto a suceder en Mestalla. El Valencia, un club con tendencia autodestructiva, acostumbrado a funcionar escuchando el constante ruido de sables como banda sonora en diversos escenarios de guerra civil desde que se convirtió en sociedad anónima deportiva en 1992, ha registrado un nuevo movimiento sísmico en su estructura. Una reunión del consejo de administración celebrada en Singapur durante el fin de semana alumbró la que parecía inminente destitución del director general Mateu Alemany por discrepancias con la propiedad. La decisión, sorprendente por el contexto actual de bonanza deportiva y mejora económica, procede de Peter Lim, dueño del club, que, al parecer, quiere volver a fichar personalmente.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2KdRAC9
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire