samedi 29 septembre 2018

Red Bull se apiada de Kvyat

Red Bull engaña. Por un lado, la marca energética tiene una imagen que la hace única después de haberse pasado dos décadas colocando en el escaparate a sus atletas, capaces de llevar a cabo las actividades más inverosímiles y arriesgadas. En parte, ese espíritu transgresor y atrevido también se podía percibir en la división de Fórmula 1 de la marca, integrada por Red Bull y Toro Rosso, el hermano pequeño y modesto. Sin embargo, las apariencias engañan en el equipo del búfalo rojo, convertido en una trituradora de pilotos por obra y gracia del ‘Doctor’ Helmut Marko, el máximo responsable del proyecto de F1 y quien tiene la vara de mando acerca de quienes son los encargados de conducir los cuatro monoplazas disponibles. A sus 75 años, el ex corredor austríaco es mucho más conocido por sus cuestionables métodos de motivación y su mano dura que por sus éxitos deportivos –su mejor resultado fue la octava posición que logró en el Gran Premio de Mónaco de 1972, antes de verse obligado a retirarse tras perder un ojo aquel mismo año en Clermond-Ferran–, como bien pueden constatar Sebastian Buemi, Jaime Alguersuari o Antonio Félix Da Costa, entre otros talentos que salieron mal parados de su experiencia con la compañía austríaca.

Seguir leyendo.



source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2DE9mP2

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire