“La gente comienza a estar cansada”, reflexiona Pep Guardiola cuando mira hacia su equipo. No es un problema sólo del Manchester City porque el exigente ritmo competitivo en Inglaterra llega a su cima en la última hoja del calendario. Diciembre deparó para el líder de la Premier nueve partidos, seis de ellos como visitante. Cayó contra el Shakthar en un trámite de la Champions, la única derrota en lo que va de temporada, y empató en la jornada de fin de año en el feudo del Crystal Palace para detener una seguidilla de 18 triunfos consecutivos en la liga. Un penalti desviado por Ederson sobre el tiempo reglamentario salvó al City, que aún así firmó unas caras tablas: Gabriel Jesus y Kevin de Bruyne se marcharon lesionados de Selhurst Park. Lo dijo el técnico catalán cuando se dañó la joven perla Phil Foden antes de Navidad y lo repitió en la víspera de año nuevo. “Sabemos que en Inglaterra el fútbol es muy físico y lo admiro, no hay que cambiarlo, pero hay límites que si se traspasan pueden ser peligrosos y los árbitros deben proteger a los jugadores”. El delantero brasileño estará de baja al menos hasta febrero, el mediapunta belga deberá apurar para jugar el próximo día 14 en Liverpool. A Guardiola le duele donde su equipo marca diferencias porque además David Silva no está con el equipo, dispensado por un asunto que entra en la esfera de la privacidad. “Cuando esté listo regresará. Su vida personal es siempre más importante que cualquier otra situación”, explica su entrenador.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2C8COaL
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire