El Girona perdió una buena oportunidad en Málaga. El conjunto de Machín jugó una discreta primera mitad, en la que fue superado por el conjunto andaluz, que pudo marcar en una gran ocasión de Keko frustrada por Bono. La segunda parte fue otra historia distinta. El Málaga perdió fuerza, acusó su falta de gol (14 de 21 partidos sin marcar) y uno de sus jugadores más importantes, Chory Castro, vio la roja de manera absurda después de entrar con dureza a Muniesa estando ya amonestado. Un error grosero en un futbolista de su experiencia.
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