Al Barcelona se le dan rematadamente mal los despachos pero cualquier excusa le va bien para tratar de resolver los embrollos con pleitos. Y, aunque no ganan ninguno, siguen en sus trece de elevar instancias y llegar a las últimas consecuencias. Como con Neymar y la sanción recibida frente al Málaga –un encuentro por doble cartulina amarilla y dos por desconsideración al colegiado-, impuesta por el Comité de Competición, ratificada por el de Apelación tras el recurso azulgrana, y ahora sumida en la indefinición por los abundantes despropósitos.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2pQPTT3
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire