El Darussafaka completó la obra que dejó a medias en el primer partido de la serie e igualó la eliminatoria de cuartos ante el Real Madrid. Ni los arrebatos febriles de Llull ni la solidez de Ayón pudieron con otro planteamiento endiablado de David Blatt. Obligados a jugar a contraestilo, los de Laso fueron incapaces de encontrar el ritmo y las soluciones para escapar del laberinto. Perdieron los blancos su segundo duelo europeo en casa y de paso el decisivo factor cancha que se habían ganado como líderes de la liga regular. La Final Four de Estambul pasa ahora por rescatar al menos una victoria en la capital turca la semana que viene. La pareja formada por Wanamaker y Wilbekin dio continuidad al martilleo inicial de Zizic y condenó al Madrid a un atolladero de posesiones agonísticas y tiros forzados. En el bando madridista sobró pasión y faltó puntería (9 de 30 en triples).
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2pMQNNG
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire