El fútbol sala mueve multitudes de Argentina. Miles de niños y adolescentes juegan en forma amateur en cientos de clubes de barrio, muchos de ellos centenarios, que dan identidad al entorno y forjan la historia del lugar. Pero los padres de esos menores no siempre están a la altura de las circunstancias. Un partido entre dos equipos de Munro, un municipio de clase media en el primer cordón de Buenos Aires, derivó en una pelea entre jugadores de 16 años. Cuando uno de los entrenadores se metió en el campo para separarlos recibió por detrás un golpe en la cabeza que lo dejó en coma y lo mató 4 días después. El principal sospechoso, identificado por decenas de testigos, es el tío de uno de los jugadores.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2nrUyGT
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire